Disfrutar la vida no es volverse loco y hacer cosas que te afecten o que afectan a tus seres más cercanos. La vida es para disfrutar sanamente, sin excesos que den origen a desequilibrios.
Todas las emociones son importantes pero más importante es no dejarnos arrastrar por ellas; sobre todo cuando son negativas como por ejemplo la tristeza o la ira. Estas emociones con carga negativa puede llevarnos a debilitar nuestra salud física y emocional. Cambiar de actitud, más que una opción es una decisión.
Cuando decides asumir otra actitud ante los obstáculos, la alegría da un nuevo aire al rostro. Sientes que una linda energía abraza tu alma y comienzas a notar cambios en tu vida que te impulsan a seguir adelante.
Todo fluye cuando confías en Dios; es la llama de la esperanza que se enciende para iluminar el camino de la vida. La vida es para vivirla y aprender. Aprendizaje que marcará la experiencia. Cada quien aprenderá según sus vivencias y su perspectiva.
Quizás suene como trabalenguas pero son palabras clave: vivir, aprender, experiencia, perspectiva, vivencias, aprendizaje. Es por ello que las emociones todas son importantes porque segun como te sientas y decidas dejar a un lado lo negativo, esa será tu experiencia y cómo hayas hecho para desprenderte o mitigar esa negatividad será tu aprendizaje.
La felicidad como tal es una utopía pero llenar el álbum de tu vida con figuras coleccionables de momentos felices es lo que quedará impregnado en el corazón y en los recuerdos.
