Calle de mi pueblo: San Rafel de EL Moján. Cerca de la Guajira Venezolana. Fotografía propia.
A propósito del Día Internacional del Sol, este 21 de junio pasado; me he puesto a reflexionar sobre la situación actual en la que tenemos al planeta los seres humanos. En mi tierra, un pueblo bañado por el sol durante todo el año, se aprecian los signos de deterioro social que brillan bajo la luz del astro rey. La soledad que deja la migración y la falta de recursos, es el tema de las imagenes.
Mi tierra es del sol
Vivo al norte de Venezuela, cerca de la frontera con Colombia, al lado del lago de Maracaibo y llegando a la Península Guajira, dónde además de playas de mar y de lago, también tenemos desiertos y zonas muy secas.
Imagínense todo este lugar bañado por el sol de una manera intensa durante todo el año.
Muchos de sus habitantes son indígenas Wayuu, que tienen su origen hace cientos de años y comparten un espacio entre Venezuela y Colombia, en la península.
Aquí se le rinde un culto increíble al sol porque es la principal fuente de vitalidad y lo que más nos caracteriza.
En el Día Internacional del Sol es lógico que queramos rendirle un homenaje; además de que nuestros ancestros indígenas lo veían como el padre sol Ka’i, según el dialecto de ellos.
Un problema de contaminación
Este año, debido al cambio climático que los seres humanos hemos producido; en estos meses que deberían ser de intenso calor, han sido días más bien fríos o muy frescos, visitados por lluvias frecuentes.
Los daños que ocasionamos al planeta constantemente para mí, en estos momentos, los más enfermos son: Primero, el daño de la contaminación atmosférica que va redundando en un calentamiento global cada vez más duro y difícil.
Este transforma la forma la presentación de las estaciones; han supuesto dificultades para el hombre mismo, porque las lluvias torrenciales, las inundaciones y deslaves, ocasionan mucho daño.
El otro daño que ocasionamos, es a través de las malas gestiones de gobierno.
Nuestros gobiernos están enfocados en el poder y no en la evolución del pueblo, el irrespeto al ambiente parte de las gestiones de gobiernos que solo les interés lo económico y la manera de beneficiarse.
El otro lado de la calle en mi pueblo. Imagen propia.
Todo, todo se refleja desde la intensidad del sol.
Así, bajo la luz del sol todo se observa más claro:
La verdad se evidencia en los vientos frescos que vienen de la playa que hacen un contraste bastante llamativo con los desiertos, hasta la desolación de las calles dónde no transitan autos por falta de combustible, ni la gente sale a disfrutar de los fines de semana por carecer de medios económicos y de transporte.
En el Día Internacional del Sol, en el mes del sol, fue bueno hacerse la pregunta:
Yo abro debate
Y me gustaría que me dieras tu opinión con la etiqueta #Dinamica o que publicaras en un post, tu propio parecer.
International Day of the Sun and the empty streets of my village
Street of my village: San Rafel de EL Moján. Near the Venezuelan Guajira. Own photograph.
On the occasion of the International Day of the Sun, this past June 21, I have started to reflect on the current situation in which we humans have the planet. In my land, a town bathed by the sun throughout the year, the signs of social deterioration that shine under the light of the sun can be seen. The loneliness left by migration and the lack of resources is the subject of the images.
My land is of the sun
I live in the north of Venezuela, near the border with Colombia, next to the Maracaibo Lake and reaching the Guajira Peninsula, where besides sea and lake beaches, we also have deserts and very dry areas.
Imagine all this place bathed by the sun in an intense way throughout the year.
Many of its inhabitants are Wayuu Indians, who have their origin hundreds of years ago and share a space between Venezuela and Colombia, in the peninsula.
Here they worship the sun because it is the main source of vitality and what characterizes us the most.
On the International Day of the Sun it is logical that we want to pay homage to it; besides our indigenous ancestors saw it as the father sun Ka'i, according to their dialect.
A pollution problem
This year, due to the climate change that we humans have produced; in these months that should be of intense heat, have been rather cold or very cool days, visited by frequent rains.
The damages that we constantly cause to the planet for me, at this moment, the sickest are: First, the damage of atmospheric pollution that is redounding in an increasingly hard and difficult global warming.
This transforms the way the seasons are presented; it has caused difficulties for man himself, because torrential rains, floods and landslides cause a lot of damage.
The other damage we cause is through bad governance.
Our governments are focused on power and not on the evolution of the people, the disrespect to the environment is part of the management of governments that are only interested in the economic and the way to benefit themselves.
The other side of the street in my town. Own image.
Everything, everything is reflected from the intensity of the sun
Thus, in the sunlight, everything becomes clearer:
The truth is evident in the fresh winds coming from the beach that make a striking contrast with the deserts, to the desolation of the streets where cars do not pass for lack of fuel, nor people go out to enjoy the weekends for lack of economic means and transportation.
On the International Day of the Sun, in the month of the sun, it was good to ask ourselves the question:
I open debate.
And I would like you to give me your opinion with the hashtag #DynamicsDay or post your own opinion.
Emilio Ríos – Venezuela
@emiliorios
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abiga554 — 26/04/2022
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Thank you very much!
No debe ser fácil ver la soledad de esas calles anteriormente concurridas. Yo mismo extraño caminar por las calles de Maracaibo o San Francisco y saludar a tantas personas que no sé si las volveré a ver a mi regreso.
Aún no está en mis planes regresar a Venezuela; De hecho, mi plan B (de fallar mi plan A) es emigrar a otro país donde la libre competencia me permita emprender de nuevo.
No, mi hermano; están muy solas.
La falta de gente es notoria.
Esas casas que ves (mi calle) solo tienen personas mayores en ellas.