Entonces llegó la navidad y allí estaba yo, acompañada de mi fiel mascota mirando por la ventana la nieve caer. Con recuerdos en mi mente de lo que fui ayer y lo que soy hoy. Había pasado tanto tiempo desde la última vez que celebré esta fecha con alguien más.
Mi familia se había ido, mis amigos se habían alejado, mi pareja me había dejado. Solo me quedaba mi gatito fiel, que me miraba con sus ojos llenos de amor y lealtad. Él era mi único consuelo en medio de la soledad. Pero no quería sentirme triste, quería aprovechar el momento y disfrutar de su compañía.
Así que decidí preparar una cena especial para los dos, con un poco de pavo, unas galletas y un vino dulce. Puse música navideña, encendí unas velas y adorné el árbol con lo que encontré. Luego nos sentamos en el sofá, frente al fuego y le conté historias de mi infancia, de mis sueños, de mis esperanzas.
Él me escuchaba atento y sentí que no estaba sola, que tenía a alguien que me quería y me entendía. Y entonces sonreí, agradecida por ese regalo inesperado. La navidad no era tan mala después de todo.
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A lonely but beautiful Christmas
Then Christmas arrived and there I was, accompanied by my faithful pet looking out the window at the falling snow. With memories in my mind of what I was yesterday and what I am today. It had been so long since I last celebrated this date with someone else.
My family was gone, my friends had moved away, my partner had left me. I only had my faithful kitten left, who looked at me with his eyes full of love and loyalty. He was my only comfort in the midst of loneliness. But I didn't want to feel sad, I wanted to take advantage of the moment and enjoy his company.
So I decided to prepare a special dinner for both of us, with some turkey, some cookies and a sweet wine. I played Christmas music, lit some candles and decorated the tree with what I found. Then we sat on the couch, in front of the fire, and I told him stories about my childhood, my dreams, my hopes.
He listened attentively to me and I felt that he was not alone, that he had someone who loved me and understood me. And then I smiled, grateful for that unexpected gift. Christmas wasn't so bad after all.
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